¿Sabéis esa sensación de salir del mar, cuando está agitado, llenita de arena y algas, con el pelo más que revuelto, el bañador descolocado y tu agotada …? (pero contenta) y después de saltar olas y revolcarte una y otra vez debajo de ellas y tragar agua…? Pues es la imagen que me viene a la cabeza si pienso en este primer año como docente en Ciclos Formativos. He salido a flote, he llegado a la orilla, llenita de arena y agotada, pero contenta. He sufrido, he saltado muchas olas, me he hundido otras muchas, en algún momento he podido flotar para recuperar la energía y ha vuelto a empezar el ciclo. Cuando parecía que venía la calma, aparecía otra gran ola y la bandera roja. En otro momento ondeaba la bandera de las medusas y había que esquivarlas porque picaban. Y finalmente se ha visto la bandera verde y ha vuelto la calma. Y mi pelo está llenito de arena. Voy a necesitar una buena ducha (o más de una) para ir sacando de todos los rincones del cuerpo la arena, las algas. Y va a toca
Una tarde de esta semana rescaté del baúl de los recuerdos una baraja de cartas. No una cualquiera, sino LA BARAJA DE LAS FAMILIAS . ¿Os acordais? Anda que no había jugado yo con ellas de pequeña... Estaba la familia India, La Bantú, La Esquimal, La Mexicana, la Árabe, La China y La Tirolesa. Cuantos recuerdos! no me acordaba cómo se jugaba, así que fuimos improvisando y hemos ido primero juntado cada miembro de la familia con el suyo y luego hemos optado por juntarlos por categorías: abuelos con abuelos, hijas con hijas, etc.. La verdad es que daba un poco igual las reglas del juego, lo divertido y entretenido ha sido ir viendo cómo estaba vestida cada familia, imaginar dónde vivirían, ir practicando la lectura aprovechando que los nombres aparecen en letra de palo .... Que buen rato hemos pasado! ahhhhhhhhhhhhh y lo mejor de todo es que son auténticas, así que la baraja debe tener unos 30 añitos .... Si tuviera que elegir una me quedaba con la familia esquimal, y vosotros/as?
El 21 de julio me subí en un avión rumbo a Mozambique. A Chókwè, provincia de Gaza. Con muy poco equipaje, una mochila y mucha ilusión. Y 2 amigas y una cuarta que allí nos esperaba (pero ellas se merecen un post aparte!). Una mochila que 17 años antes había venido ya conmigo a la India. Qué mochila tan diferente y a la vez tan similar. Una mochila con menos carga esta vez, más vacía de ropa y cosas materiales. Mucho más llena de tranquilidad, de experiencias. Con la misma ilusión, con los mismos ideales, quizás más claros, pero sin ganas de discutirlos con nadie. Con ganas de no cerrar los ojos para no perderme detalle. Con los 5 sentidos activados al máximo. Con una libreta y un boli para poner por escrito todo aquello que va surgiendo. Con la certeza que todo iba a salir bien. Y así fue. Ha sido un viaje que todo el puede catalogarse como Un Lugar en el mundo en si mismo. Por la compañía, por las actitudes, por la acogida recibida, por lo visto, por lo v
Jajaja
ResponderEliminarVa, un tiempito más! Demosle otra oportunidad!
Besazo bondu